24 junio, 2006

Querido Hermano José Luis

Esta historia de amor, que Marcelino inició y que todos amamos, no es recuerdo y contigo hoy, José Luís se hace realidad.

Hoy, antes de despedirnos con un hasta pronto, queremos aprovechar la oportunidad para decirte aquellas cosas que nos hiciste sentir y que las prisas, el correr, la vergüenza o el darlas por asumidas no nos han dejado.

Si, ‘Molina’ hoy sintiendo despacito y desde el corazón te decimos que tu vida es fiel reflejo del carisma, que Marcelino quería para sus Hermanitos de María, y así vamos a constatar este hecho.

A lo largo del tiempo que has estado a nuestro lado, hemos sido testigos del amor a María personificado en tu madre, Carmela. La delicadeza, mimo y admiración de quién se siente fruto de su amor. Reconocer el recurso de quién sabe que sólo ella es la persona que nos ama sin condiciones y sin ataduras, y de quién en la sombra siempre está al cuidado y pendiente de nuestras necesidades. ¡Gracias Molina!, porque como dice ‘Migueli’, nos has ‘bajao’ a María de los altares.

Como el Padre Marcelino Champagnat, nos has mostrado que el amor al trabajo, la entrega y el esfuerzo diario han de ser pilares en los que se fundamente nuestra vocación evangelizadora.

Nos has contagiado la ilusión de responder fielmente al Plan de Dios, todos juntos en comunidad. Nos has hecho partícipes y protagonistas del sueño de Marcelino, has dedicado tu servicio y misión a construir una familia que intenta transmitir ese AMOR que brota de Dios, y que a través de los niños ha de volver a Él, cada viernes en la oración.

Has sido violeta que exhala: sencillez en el trato atento y acogedor, modestia al ser hombre de paso, aún dejando profunda huella, y humilde al reconocerte instrumento del amor de Dios.

Gracias por sembrar buenos momentos, porque los menos buenos ya se han segado.

Gracias por los fandangos, por tu fanatismo madridista, por tus imitaciones de Chiquito, por contar y depositar tu confianza en nosotros, por tratarnos como Amigos, porque aunque nos digas que estamos ‘acipotaos’ te queremos, porque tolo lo que haces y dices, lo haces con cariño.

Sabemos que a partir de ahora tu nueva misión será muy distinta y seguramente te ofrecerá nuevos retos, y esperamos que no influya en el disfrute de la familia, del descanso y que encuentres tiempo para ti: no queremos que este día suene a retirada, tú deja la puerta abierta que no seremos nosotros quienes la cerremos, los grandes jugadores siempre vuelven al campo. Ahí tenemos el ejemplo de Zidane que, casualidades de la vida jugó su último partido en Sevilla, esperamos que tu hagas igual, tómate tu tiempo de descanso, y verás cómo vuelves a los campos de la Pastoral hecho un ’crack’. Con el cinco de Zizou Molina en la espalda, nosotros te estaremos esperando para volver a disfrutar de tu calidad, no ya futbolística, sino humana.

Mientras tanto, cuídate mucho hermano, que aquí en Sevilla, los animadores seguiremos trabajando para ser dignos testigos de tu herencia Marista. Y se pueda decir, ‘Mirad cómo se aman’.

Por todo ello ¡MUCHAS GRACIAS HERMANO!

En nombre del equipo local de animadores y catequistas

Fotografías del hasta luego

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